viernes, 27 de mayo de 2011

Sesión con novios - Preboda - Lander y Chee Ying

El sábado pasado tuve el inmenso placer de realizar una sesión de fotos de exteriores a una pareja de novios: Lander y Chee Ying.

Él es de Getxo y ella de Malasia. Se conocieron trabajando en Qatar y poco a poco fueron haciendo cosas juntos, quedando, yendo a conocer el país del otro ... Poco a poco fue surgiendo el amor y las ganas de estar juntos todo el tiempo.

Por fin, han decidido dar el paso y casarse. Además, por partida doble. Primero se casarán en Malasia, el país de ella y luego se casarán aquí en el País Vasco, el país de él.

Estoy invitado a la boda, pero aún no se si si iré de fotógrafo o de invitado. :P

La anécdota del día es que nos entrevistaron para la tele. Creo que era del programa Ola Ola de Cuatro.
Habrá que estar atento a ver si salimos por ahí.


Al tema, os pongo aquí alguna de las fotos que saqué el sábado pasado. No están retocadas, ni falta que hace.

Mis mas sinceros agradecimientos a mi ayudante Rakel y a Marina Gondra.











viernes, 20 de mayo de 2011

Diario de Viaje – Castillos del valle del Loira, Francia - Día 5: Blois y La Rochelle

Bienvenid@s lector@s, fotograf@s y viajer@s,

A continuación, os presento un diario de viajes que preparé durante mi visita a la zona de los castillos del Valle del Loira, en Francia en Semana Santa de 2011. Consta de 5 etapas o 5 días. Os pongo los enlaces a todos ellos para vuestra información y comodidad:
Por la mañana nos levantamos prontito para aprovechar el día y evitar que hubiera mucha gente durante en la visita, además tocaba viajar y a quien madruga dios le ayuda.

Pasamos por la oficina de turismo de Blois que está en la misma plaza del castillo (Place du Château), y además de explicarnos que hay que ver, conseguimos un plano de Blois que siempre viene bien para saber dónde estás y dónde vas.


Nos dirigimos al castillo real de Blois del siglo XIII. Real porque aquí si vivieron muchos reyes de Francia en algún momento y por qué tiene más de 35.000 obras de arte y un museo de bellas artes en su interior.

En la entrada, decorada con una estatua ecuestre, escogimos la opción de sólo castillo (8€) porque aunque nos habían recomendado mucho visitar la casa de la magia (Maison de la Magie Robert Houdin) no íbamos a tener tiempo.


Se llega a un patio interior desde el cual se ve todo el interior del castillo con cuatro alas de cuatro épocas y estilos diferentes. Curiosamente volvemos a encontrarnos con una escalera muy parecida a las del castillo de Chambord. En el otro lateral tiene una gran terraza con muy buenas vistas de Blois, la capilla y una torre octogonal.


La visita al interior del castillo estaba bien la verdad. Tenía interiores bien cuidados como la impresionante sala de los estados con un trono para hacerte la foto chorra que a los japoneses les encantó.



Vas pasando por un museo lapidario, muchas salas y dormitorios amuebladas y/o llenos de armaduras, obras de arte, mobiliario… Vale la pena perder un par de horas en esta visita. Y el espectáculo nocturno aun en francés no debe estar mal.



Luego dimos una vuelta por la ciudad de Blois. Bajando y subiendo muchas escaleras fuimos llegando a la catedral de San Luis y a la iglesia de San Nicolás (Sarcozy?), así como la parte vieja de la ciudad medieval. Creo que también es típico dar un paseo en coche de caballos, pero no era el plan. 


No hay mucho que valga la pena para ver, más allá de dar un paseo, así que cogimos el coche y nos dirigimos a La Rochelle.


Llegamos al apartotel que habíamos reservado la noche anterior por Internet. Nos hicieron esperar un poco por que la habitación no estaba preparada. Dejamos las cosas, descansamos un poco y nos fuimos conocer la ciudad costera.



Aparcamos en frente mismo de la oficina de turismo en la Plaza de la Petite Sirene, le Gabut, que está muy bien indicada para llegar con el coche. Por 20 céntimos la chica nos dio unos folletos con toda la información necesaria y un mapa con dos circuitos a pie por la ciudad que nos dispusimos a hacer. 


Parecía muy interesante visitar la isla de Ré con sus marismas, pero pasar el puente con el coche valía 9€ y teníamos suficiente para ver en La Rochelle. Lo dejamos para la próxima.

En el puerto viejo vimos las 2 torres. La Tour de la Chaîne y la de Saint-Nicolas, que dominan la entrada al puerto de La Rochelle, las cuales son sin duda su estampa más característica. Parece que antaño ponían una cadena entre una y otra para obstruir la entrada al puerto.



En el pueblo, muy turístico había bastante gente aprovechando que hacia buen día y mucho ambiente nocturno para ser Francia con muchas tiendas, puestos y cafés. Vimos la playa y nos dimos un paseo siguiendo el circuito recomendado. Quizás un poco largo y no tan interesante para ver como podíamos esperar solo algún edificio de su pasado más próspero.

Como todavía quedaba tiempo para atardecer cogimos el coche y fuimos por la costa descubriendo playas, calitas, y al final el puerto pesquero de La Rochelle donde están todos los barcos que no son de recreo.



Volvimos para hacer las debidas fotos del atardecer y la hora azul. La verdad es que nos costó bastante esta vez llegar de nuevo a la zona del puerto con el coche pero valió la pena. Hicimos las fotos y volvimos al hotel a cenar.





Al día siguiente volvimos desde La Rochelle a Bilbao. Intentamos comer en alguna sidrería en Astigarraga pero como estaban cerradas después de los días de semana santa nos pegamos una carrerita hasta Bilbao para comer el mejor chuletón en el Txakoli Simon. ¡Como dios manda!

Os dejo los enlaces a las siguiente entradas de este diario de viajes a la zona de los Castillos del río Loira en Francia:
Hasta pronto, 

© Iñigo EscalanteWeb I Blog I Facebook I Flickr I 500px | Google +

martes, 17 de mayo de 2011

Diario de Viaje – Castillos del valle del Loira, Francia - Día 4: Cheverny, Chambord y Blois

Bienvenid@s lector@s, fotograf@s y viajer@s,


A continuación, os presento un diario de viajes que preparé durante mi visita a la zona de los castillos del Valle del Loira, en Francia en Semana Santa de 2011. Consta de 5 etapas o 5 días. Os pongo los enlaces a todos ellos para vuestra información y comodidad:
Salimos desde Tours hasta Cheverny. Este castillo construido en 1620 es famoso por ser en el que se basó el dibujante belga Hergé para crear la residencia de Tintín en el comic y también por la jauría de perros de caza que tiene.

Llegamos al parking gratuito y aparcamos sin problema. Este palacio encantado fue uno de las primeras residencias privadas que abrió sus puertas. La familia Hurault que son marqueses de Vibraye lo posee hace 6 siglos. Viven allí pero dejan que se visite como fuente de ingresos. Vaya negocio. ¿Os imagináis que os pagaran por visitar parte de vuestra casa?

Ya en la entrada nos tocó hacer un poco de cola y decidimos darnos un capricho y además de la visita obligada al castillo cogemos la opción de descubrir los bosques (en tren eléctrico) y los canales (en lancha eléctrica) del castillo de Cheverny. Se recomienda ir directamente a coger la hora pero nosotros no tuvimos problema. También se puede no coger en la entrada y pagarlo luego allí, aunque creo que saldrá un poco más.


La verdad es que se nota que por dentro es de los que mejor y más suntuosamente está decorado y parece que mantienen los interiores clásicos. 


El interior se va en una media hora el comedor, la escalera de honor, los aposentos privados, la sala de armas, la habitación del rey, el vestíbulo, el gran salón, la galería, el salón de los retratos, la biblioteca y el salón de los tapices.


Se sale al exterior por la parte de atrás y luego te puedes dar una vuelta por el invernadero y los jardines de los aprendices y/o tranquilamente pasear por los el parque y los jardines.

Nos dirigimos hacia el comienzo de la excursión que habíamos cogido con la entrada. Empezamos con el coche eléctrico que nos llevó por el interior de los bosques privados (solo se veían arboles altísimos) y no tenía pinta de acabarse nunca. En un momento dado la conductora paro y explico en un perfecto francés cosas del parque forestal. Ni papa. Continuamos el paseo y aparecimos en un embarcadero donde un chico muy majo nos hizo un agradable paseo en barca por los canales, explicándonos los árboles y animalitos que íbamos viendo. Además, nos traducía todo a castellano que siempre se agradece. Si vais en plan tranquilo y con tiempo es una buena opción, sino al siguiente castillo.

Ya de vuelta a los jardines aprovechamos para pasear un poco más por los jardines y ver la perrera con los 100 perros de caza franceses tricolores que por la mañana estaban todos dormidos. Es un espectáculo cuando los sacan para darles de comer sobre las 17 y debe montarse una buena, para gustos supongo. 


Al lado estaba la sala de los trofeos de caza y un cuidado y colorido huerto donde plantan las flores que luego van a decorar los jardines.

Salimos para Chambord. Como era ya hora francesa de comer, hicimos una parada rápida en el camino para comer algo antes de ver el siguiente castillo. Chambord, un castillo de reyes construido por Francisco I en estilo renacentista. Es el más grande y más conocido de todos delos castillos del Valle del Loira.

Llegamos en unos 20 minutos desde Cheverny con el coche. Dicen que Chambord es el recinto amurallado más grande de Europa, unos 52 Km. Así que cuando llegas vas entrando por un camino asfaltado de color rojo por dentro de un gran bosque que era el coto de caza privado de los condes de Blois y parece que de vez en cuando se suelen ver ciervos, zorros y jabalíes.

Curiosamente fue el único castillo en el que tuvimos que pagar por aparcar, aunque eran solo 3 € por aparcar todo el día. Muy importante es que se puede ir a cualquier hora del día o de la noche ya que siempre está abierto. Esto viene genial para los fotógrafos que queramos ir a hacer allí un atardecer o un amanecer (ya sé que esto último da siempre más pereza, pero es que en este caso el sol sale a un lateral del castillo mirando desde atrás y es la mejor hora).

Todo el exterior del castillo se puede ver desde fuera y visitar gratis. No hace falta pagar, pero creo que por dentro este es el mejor y más completo castillo de todos los que vimos y vale la pena. No olvidemos que allí a diferencia de otros iban los reyes de Francia. Nosotros habíamos comprado las entradas en la oficina de turismo de Tours porque nos salía más barato y además nos ahorrábamos hacer cola (5 o 10 minutos la verdad). Eso sí, es el castillo donde más gente hay con diferencia, pero es que también es el más grande con mucho.

Después de hacer muchas fotos por los exteriores aprovechando el foso y las barcas. Muy recomendable el alquiler de barcas para navegar por el foso o de bicis para dar un agradable paseo por la zona.


El castillo por detrás es muy fotogénico, pero según vas llegando a la parte de adelante empiezas a ver torres que desde atrás no veías y es realmente majestuoso. Sin duda el más grande, el más espectacular y para nosotros, al menos, el mejor.

Es muy grande para ver y como no se sea un poco ordenado nunca sabes si has visto todo o si te has dejado cosas por ver. Se tarda varias horas en verlo. Solo el interior prever más de dos.


En el centro del edificio central se encuentra la Escalinata de Leonardo, una escalera helicoidal que se atribuye a Leonardo Da Vinci y que se aprovecha para ir subiendo a cada piso. En cada piso tenéis a los 4 lados de la escalera habitaciones grandes con cuadros, mobiliario, etc. 


Luego a los dos lados del edificio central tendréis las alas derecha e izquierda con escaleras helicoidales externas e iréis viendo habitaciones, cuadros, armas, trofeos de caza, etc. Por cierto la capilla del castillo es muy grande, casi es más una iglesia. 


Llega un momento que se llega a la terraza del castillo y es impresionante estar debajo de esas magnificas torres y tejados de pizarra y tener esas vistas.

Fuera del castillo hacen espectáculos ecuestres. También hay una pequeña ermita en un lateral del castillo que merece un vistazo. Tomamos un helado para reponer fuerzas y nos arrepentimos de haber hecho allí el picnic a mediodía.

En unos 15 minutos estábamos en nuestro hotel que quedaba a las afueras de Blois, me pareció muy barato pero no tenía ningún pero la verdad. Descansamos un poco y aunque nada hacía presagiar la tragedia… otra vez por segundo día consecutivo cuando íbamos a salir a visitar la ciudad nos empezó a diluviar. Esta vez nos dio igual por que íbamos preparados y salimos dispuestos a todo.

Vimos lloviendo el castillo y la plaza del castillo y fuimos callejeando por una ciudad en la que no había mucha gente la verdad. Eso sí veíamos casas medievales bien conservadas.

Como seguía lloviendo cogimos el coche y pasamos de margen el rio para observar una vista panorámica de Blois y sacar la foto del atardecer de rigor.


Nos sorprendieron mucho las pocas luces que había en las ventanas. O todos tenían las luces apagadas y muy tenues o allí no vive mucha gente. Fuimos al hotel y cenamos. Al día siguiente nos tocada ver el castillo de Blois de día y un poco de viaje en coche hasta La Rochelle en la costa Oeste de Francia.


Os dejo los enlaces a las siguiente entradas de este diario de viajes a la zona de los Castillos del río Loira en Francia:
Hasta pronto, 

© Iñigo EscalanteWeb I Blog I Facebook I Flickr I 500px | Google +

jueves, 5 de mayo de 2011

Diario de Viaje – Castillos del valle del Loira, Francia - Día 3: Azay-Le-Rideau, Chinon, Rigny Ussé y Langeais

Bienvenid@s lector@s, fotograf@s y viajer@s,

A continuación, os presento un diario de viajes que preparé durante mi visita a la zona de los castillos del Valle del Loira, en Francia en Semana Santa de 2011. Consta de 5 etapas o 5 días. Os pongo los enlaces a todos ellos para vuestra información y comodidad:
Decidimos empezar el día con un plato fuerte, el precioso castillo de Azay-Le-Rideau famoso por su reflejo en el lago. Valoré dejarlo para la tarde, pero vi en Internet que tendría tener mejor luz lateral en la fachada por la mañana y esto es algo importante cuando vas a fotografiar fachadas de edificios.

Nos toca echar gasolina en Francia. ¡Terror!. Ya teníamos comprobado que el precio de una gasolinera a otra puede variar casi unos 20 céntimos o más. La opción buena es no echar en las autopistas, y la mejor de todas es echar en las gasolineras de cualquier gran supermercado o las Elf que también son mucho mas baratas.

Como en casi todos los desplazamientos que hacemos por la zona, desde Tours no tardamos mucho en llegar, y tampoco en aparcar. Como siempre, y por ahora, gratis. Pagamos y en la entrada al castillo nos encontramos algunos andamios que gracias a dios no afectan nada para la foto importante, que es la del reflejo en las aguas del río Indre. Parece que el castillo está construido sobre una isla de este afluente del Loira.



El castillo fue construido en 1518 durante el renacimiento por un rico financiero de Francisco I y su esposa uniendo lo mejor de los estilos francés e italiano de la época. Antes de entrar damos un primer paseo de reconocimiento por el exterior. Vemos que la luz ya es buena y que el reflejo es perfecto. Aún queda un poco para que le de la luz a toda la fachada principal así que damos una vuelta entera rápido y decidimos entrar al castillo para hacer tiempo. 


No hay mucho para ver pero tampoco está mal. La visita al interior del castillo es rápida, no sé si se llegará a ver una tercera parte del mismo. Sí que hay alguna habitación bien amueblada con muebles renacentistas, y algunos cuadros, retratos, vidrieras y tapices flamencos.



Salimos y damos otro paseo por alrededor del lago, disfrutando de cada una de las tomas de un castillo tan fotogénico. Aviso a fotógrafos: Es muy importante un buen polarizador para el tema de aprovechar los reflejos en el lago y un cielo bien azul.



Nos damos un paseo por el tranquilo pueblo de Azay-Le-Rideau que se va llenando de turistas. Es sábado y hay un pequeño mercado en el pueblo. Compramos algo para comer y salimos hasta el siguiente destino.

Vamos a Chinon para ver la fortaleza real construida por el conde de Blois Thibaut I. Aparcamos en lo alto y nos damos un paseo rápido por la parte alta del pueblo. Entramos al castillo para ver una exposición gratuita de cómo fueron las obras de reconstruccion. Valoramos que no vale la pena ver esta fortaleza, que no castillo, ya que además ha sido totalmente reconstruida. Dicen que es la mayor obra de Europa de este tipo. 

Por cierto, en esta ciudad tienen lugar en los tres mosqueteros el encuentro de Dartagnan (o Dartacan) con el conde de Rochefort (Bigote Negro).


Bajamos a la parte vieja y centro del pueblo en un ascensor gratuito muy útil que nos deja muy cerca de una plaza llena de restaurantes y buen ambiente para comer. 


Damos un paseo muy agradable por las calles de la parte medieval donde hay casas medievales con vigas de madera bien cuidadas y volvemos por la orilla del río disfrutando del día y de las vistas.

Comemos en un restaurante y volvemos a subir en el ascensor para coger el coche y pasar a la otra orilla para hacer la foto que veníamos buscando de la fortaleza que domina el pueblo. El día y la luz acompañan y el resultado no desmerece para estar sacada a mediodía.


Nos vamos camino al castillo de Rigny-Ussé el cual está al lado del río Indre el cual es un afluente del Loira. Parece que es en el que se inspiró un tal Perrault para el cuento de la Bella Durmiente, lo cual ha sido aprovechado como reclamo y para poner maniquíes disfrazados, más de por lo que puede aportar el castillo en sí. Vamos, para ganar dinero por que es el mas caro de todas las entradas de castillo o si vas con niños.

Después de ver las fotos de los folletos y algún comentario no positivo de la gente que sale, no nos apetece mucho pagar por entrar a ver decorados con maniquíes disfrazados y muebles del siglo pasado.

Lo que siempre hay que hacer, es mirar primero las postales de la tienda del castillo en cuestión antes de entrar, y valorar si vale la pena o no: Nosotros nos dimos cuenta que la mejor foto se sacaba desde el exterior. Buscamos el sitio desde el cual sacarla, nos damos una vuelta y seguimos el camino. 
 

Siguiente punto del trayecto, Langeais. No está recomendado, pero nos pilla de camino para la vuelta a Tours. La carretera es muy tranquila y va paralela al río. Está elevada varios metros del nivel del suelo porque parece que también hace de una especie de dique en caso de crecida del río y que así se protegen las casas y tierras colindantes. Esto de que las casas queden por debajo del nivel de la carretera lo veréis mucho si os fijáis, pero es que es la carretera la que está elevada. Antes de llegar encontrareis un espectacular puente que cruza el río Loira.


Aparcamos sin problema ni tener que pagar en un parking del pueblo. Llegamos a la entrada del castillo fortaleza feudal de Luis XI que tiene hasta un puente levadizo. Pero decidimos que tampoco vale realmente la pena pagar por lo que se puede ver en los folletos. 



El pueblo es pequeño pero coqueto. Vemos la iglesia, el río, algún jardín casas estilo medieval pero en si no es gran cosa.


Loira hacia Tours viendo muchas bodegas metidas en las paredes de la montaña. No en vano es una zona muy vinícola. 


La idea era hacer un poco de siesta para luego hacer unas buenas nocturnas y poder aprovechar el atardecer y la hora azul en la plaza de Tours, pero se nos pone a diluviar a la hora de salir. 


Así que cenamos en el apartahotel y descansamos para el día siguiente para la cual hemos dejado varios platos fuertes: los castillos de Cheverny (el de Tintín) y el Chambord (el mejor sin duda).

Os dejo los enlaces a las siguiente entradas de este diario de viajes a la zona de los Castillos del río Loira en Francia:
Hasta pronto, 

© Iñigo EscalanteWeb I Blog I Facebook I Flickr I 500px | Google +